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8 FORMAS DE PREVENIR UN CIBERATAQUE

En la actualidad, no existe una fórmula mágica para estar protegidos al 100% de todos los posibles peligros que se esconden en Internet. Incluso grandes empresas multinacionales han sufrido daños debido a vulnerabilidades desconocidas aun con un gran número de recursos a su alcance.

El uso y la proliferación de las redes sociales ha incrementado la frecuencia de ataques personales en los últimos años, ya que hay muchos más usuarios en la red y, por ende, aumentan las probabilidades de ciberataques. Es un sector donde las personas se exponen demasiado y bajan la guardia, pues se sienten dentro de una zona de confort, aportando una excesiva cantidad de datos e información personal que no hace más que facilitar el camino a los atacantes. Las redes sociales son un lugar tan proclive a sufrir ataques como cualquier otro.

Aunque no sea casi imposible estar totalmente a salvo, hay una serie de normas básicas que nos permiten aumentar la seguridad y reducir los riesgos. Estos son 8 de los consejos que deberías aplicar desde hoy para evitar un ciberataque:

1. Proteger todos los equipos y dispositivos informáticos

Lo primero y esencial: proteger de manera individual cualquier dispositivo electrónico que se tenga en casa o la oficina. Deben estar completamente actualizad, ya que las clásicas actualizaciones del sistema, aunque puedan resultar molestas, son fundamentales, pues muchas corrigen agujeros de seguridad. Además de tener tus dispositivos correctamente actualizados, estos deben contar con un buen antivirus, como también otras herramientas de análisis y protección como los antimalware, siempre que sean avalados por la comunidad a la hora de detectar archivos maliciosos.

2. Contraseñas fuertes en todas tus cuentas

Debemos evitar introducir en la contraseña palabras o cadenas que puedan ser previsibles o fácilmente intuibles, como el nombre de nuestros hijos, el de nuestra mascota o el de nuestro equipo de fútbol favorito. Por supuesto, tampoco debemos poner una contraseña débil que contenga sólo números, y que encima estén relacionados con la contraseña de otro tipo de cuenta como puede ser la bancaria.

Una contraseña fuerte y segura debe constar de una combinación de números, letras mayúsculas, minúsculas y símbolos a poder ser, o al menos de tres de las opciones mencionadas. De esta forma es más difícil conseguirlas y que no aparezcan en librerías estándar. Además, puede ser recomendable cambiar las contraseñas cada cierto tiempo.

3. Utilizar protocolos de seguridad

Es un paso imprescindible pues, de lo contrario, las transferencias de archivos a un servidor pueden volverse completamente vulnerables. Si, además, se accede o se mandan datos a través de fuentes desconocidas o sitios de poca confianza, no hacemos más que facilitar el ciberataque. Es por esto que debemos utilizar medios o canales seguros y fiables para el intercambio o envío de datos, sobre todo de aquellos con carácter personal.

4. Comprobar la autenticidad de enlaces y perfiles

Antes de pinchar un enlace, debemos estar totalmente seguros de la seguridad de la página donde nos encontramos, o la veracidad del email mediante el cual hemos recibido el enlace. Es muy común sufrir ataques a través de phishing, mediante el cual se intenta adquirir información confidencial de forma fraudulenta, normalmente a través del email. Hoy en día, en las redes sociales se crean perfiles falsos para captar estos datos, sobre todo por medio de cuentas no oficiales de empresas con el fin de engañar.

Si no estamos seguros de la fiabilidad de una página web o de un correo, lo mejor es ignorarlos y seguir otro camino, antes de ser estafados.

5. Evitar dar datos personales importantes

Constantemente, en la mayoría de páginas web, se nos pide información de carácter personal, ya sea para suscribirnos a un boletín de noticias, para crear una cuenta y poder acceder a los contenidos del sitio web o para realizar compras online. Lo recomendable aquí, ya que hasta grandes compañías han sufrido el robo de información de sus clientes, es que debemos utilizar nuestros datos personales cuando sea indispensable. Principalmente, hay que evitar cualquier tipo de página web que no sea de fiar. La gente acostumbra a dar toda la información de su vida en redes sociales y, de esta manera, se exponen a riesgos no sólo virtuales.

Dicho lo cual, podemos concluir en que no hay una seguridad máxima para esta cuestión, pero podemos hacer que sea lo más elevada posible. También hay que tener constancia de con quién compartimos nuestra información en la red, sea a través de imágenes, texto o vídeo, ya que podrían acabar en manos indeseadas.

6. No descargar contenido pirata o en sitios de dudosa confianza

En la red, son numerosas las opciones para acceder a software “gratuito”, como programas y juegos, o páginas para descargar música y películas. ¡Todo gratis y al alcance de un click! El problema de estos sitios web es que son una fuente propicia para intentar colocar programas maliciosos en el sistema y así poder realizar un ataque. Ya no sólo puedes acabar con el ordenador cargado de publicidad y programas que se instalen automáticamente y lo ralenticen, sino que también puedes llevarte algún virus de regalo. Incluso aunque la descarga sea legal, es necesario comprobar previamente la veracidad del sitio en cuestión. Lo más fácil y lo que te recomiendo es que no descargues ningún contenido de páginas de incierta seguridad.

7. Realizar una copia de seguridad de los archivos importantes

Si, a pesar de todas estas medidas, has sufrido un ataque, lo único que te queda es intentar recuperar aquellos archivos y datos de valor que tenías en tu dispositivo. Para esto, es fundamental realizar previamente una copia de seguridad periodicamente, pues si sufrimos algún tipo de ataque o tenemos algún problema, siempre podremos recuperar la información perdida. En un primer momento, puede provocar pereza hacerla, puesto que nunca vemos el peligro inminente y menos sobre nosotros mismos. Internet es muy grande y no pensamos que podamos ser la próxima víctima de un ciberataque. Pero a la larga se agradece tener ese respaldo y es mejor prevenir que curar.

8. Denunciar a las autoridades

Siempre que nos encontremos con un contenido que no sea adecuado o con una página que pueda suponer un riesgo para el usuario, lo mejor es denunciarlo a la policía o a los cuerpos encargados de este tipo de procesos. De lo contrario, se está permitiendo que sigan operando contra el sistema cibernético.

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